lunes, 23 de julio de 2012

Capítulo 2. Angel.

Me siento desfallecer al escuchar eso último. No tengo más remedio. No hay elección. Al final,he resultado ser un ratoncillo acorralado en un callejón sin salida. ¿Y el depredador a mi acecho?¿Es Brian? No estoy segura.
Aprieto un cuchillo con rabia entre mis manos. Es tal mi frustración que me embarga el deseo de golpear el pecho de mi futuro marido,hasta que me fallen las fuerzas y caiga rendida. Obviamente,retengo mis ataques impulsivos. No puedo Descargar mi ira sobre él. Es tan cabeza de turco como yo. Los verdaderos culapables son los gobernantes de FairTale. Y por supuesto,la regla 5. La más monstruosa de todas. Al menos,a mí me lo parece en estos momentos. "Para el funcionamiento preciso de nuestro pacífico Reino,y asegurar la inagotable descendencia en nuestra sociedad. Al nacer,a cada varón,le será asignada una mujer acorde con su edad,y viceversa. Será objetivo de los progenitores de ambos,favorecer su convivencia juntos hasta que,al cumplir el individuo más joven de la pareja prometida la mayoría de edad,contraerán matrimonio el primer sábado tras el último cumpleaños. Dicha unión será de carácter irrompible."
Esas palabras grabadas a fuego en mi mente desde que era una cría,se pasean ahora por ella una insistencia agotadora. Aturdida,miro a Brian para comprobar que aún siga a mi lado. Es unos meses menor que yo. Así que la boda se celebrará cuando el cumpla los dieciocho. En octubre,si no me equivoco,y no creo que lo haga porque conozco a mi prometido desde que los tres años. Al principio,nuestros respectivos padres,se reservaron el contarnos lo de la boda,lo comprendo,y nos presentaron como unas personas muy agradables que debían ser amigos. A mí Brian nunca me ha gustado como amistad. Así que imaginaos como novio,o incluso marido. ¿Dicen que no hay maldad en nuestro pueblo? Yo creo que hay distintos tipos de maldad. No es sólo una mala persona quién roba el pan,también puede serlo el panadero que se niega a regalárselo a quién está pasando penurias. En ese sentido,me parece que Brian aparenta ser una beuna persona,y luego no lo es tanto. Es arrogante,impresentable,y un poco rastrero. El problema es que finge ser un encanto con quién merece la pena. Conmigo no,desde luego. No debe considerarme un problema en su vida. Para mí,él tampoco lo sería,si no fuese por nuestra inminente boda y vida en pareja. No quiero pasar el resto de mi vida junto a él. No quiero.
- Cariño,nosotros nos vamos a dar una vuelta con nuestros consuegros.- Mamá se acercó sonriente a Brian y a mí.- Nos han hablado de una casita cerca del castillo,que podría ser ideal para que la habitéis depués de la boda.
Uff,la palabra BODA se me atraviesa en el esófago cada vez que la pronuncia alguien en mi entorno. Mis padres ya nos están buscando casa para la vida en pareja. Qué espanto. Todo esto me trae a la mente la regla 7,pero prefiero no pensar en ella. Me concentro en mi madre y sus intenciones.
- ¿Os vais ya?
Mi voz casi suena aterrorizada.
- Sí,sí. Así os dejamos a solas para que desayunéis tranquilitos.
No me gusta nada esa idea. Espero deseosa a que Brian se ofrezca a acompañarlos en su paseo o simplemente salga escopetado de allí. Sin embargo,sucede todo lo contrario. Se acerca aún más a mí y me pasa el brazo por los hombros,estrechándome contra él con fuerza. Nuestros padres,lejos de extrañarse,nos observan encantados. Se despiden entre sonrisas y halagos,y salen de casa seguros de la nfelicidad que les concederá nuestra unión. En cuanto oigo la puerta cerrarse,me deshago del los poderosos brazos de Brian de manera brusca. Él debe de estar acostumbrado porque esta vez,no se queja. Simplemente me sonríe burlón.
- Mira que tocarme de pareja contigo...He tenido mala suerte...Pero,¿Qué le vamos a hacer?Hace tiempo que me hice a la idea. Ya tengo planes y todo.
Mientras me cuenta todo eso,agarra la taza de café y se dirige hacia la mesa.
Ni siquiera me molesta su desprecio. Lo que sí me abruma es la naturalidad con la que asume tal falta de libertad para elegir en algo tan básico como el amor. Bien,pues si no se rebela él,lo tendré que hacer yo.
- Pues deshaz esos planes.
Se para en seco a mitad de camino.
- ¿Qué?
Cojo aire,porque voy a decir algo muy importante y no pienso echarmne atrás.
- No voy a casarme contigo,Brian.
http://www.youtube.com/watch?v=Fl4q2WBCywg

No hay comentarios:

Publicar un comentario