lunes, 23 de julio de 2012

Capítulo 1. This love.

Quedan 216 días,5 horas,27 minutos y...10 segundos,9,8,7...
Siempre me despierto con un recuento rápido del tiempo que me queda de...No sé ni cómo definirlo. Se supone que al cumplir los dieciocho una se hace adulta y tiene el control total de su vida. Eso nos dicen. Aunque lo cierto es que aquí nadie tiene de eso. Ni a los tres años ni a los ochenta y cinco. Y por lo menos yo lo sé y lo admito,porque hay otros que aún se creen que este es el mejor modo de vivir. En fin,a veces pienso que está bien lo de vivir en una mentira. No tienes anhelos ni esperanzas. Así,cuando cumples los dieciocho,estás completamente seguro de que has alcanzado la cima de tus aspiraciones. En cambio yo tengo muy claro que es mejor ser menor,porque con los dieciocho llegan pocas libertades y numerosas obligaciones. Aún más reglas,cada vez más estrictas. Mi madre dice que es una suerte que la sociedad haya avanzado tanto,y ahora tengamos la suerte de vivir en un lugar donde no caben las malas personas. No caben las malas personas ni muchas otras cosas. Y bueno,eso de que aquí no hay malas personas...Pues no le veo la ventaja que sí ve mi madre. Hablando de ella,a mi habitación llega el olor a café recién hecho y tostadas. Me levanto de la cama sin remolonear,ya que ese olor me atrae con una fuerza sobrenatural y,además,ya llevaba despierta largo rato. Estiré la colcha en un vago intento de hacer la cama. Odio este tipo de tareas. Supongo que con eso basta,porque estamos en los meses de verano y sólo utilizo una fina sábana que no abulta bajo la colcha. Afortunadamente. La chica reflejada en el espejo me sonreía despeinada con el rostro aún adormilado. Soy un poco coqueta,la verdad es que me encanta verme guapa. Pero como de momento sólo voy a bajar a desayunar,tampoco me preocupo mucho por mi aspecto. De hecho,bajo con mi pijama de ovejitas. En cuanto me asomo por la puerta de la cocina,me arrepiento de mi decisión. Esta mañana no estamos solos en el desayuno. Veo a mis padres ya vestidos y arreglados conversando animadamente con otra pareja. No tardan en verme junto a la nevera,y se levantan para darme la bienvenida. Primero me besan mis padres,y luego,con bastante confianza,lo hacen la pareja invitada.
Soy un poco reacia a las muestras de cariño. Siempre lo he sido y esta mañana no va a ser distinto. A pesar de ello,hay algunos factores más que no me facilitan el ser más cariñosa. En primer lugar,estoy experimentando una enorme verguenza por el pijama ñoño que llevo puesto ahora mismo. No es la mejor indumentaria para presentarse en sociedad. La verdad es que exagero,los conozco de toda la vida. Son como de la familia. Realmente,pronto lo serán,por mucho que me pese. En segundo lugar,hay alguien que me falta dentro de esta futura estampa familiar. Paseo la mirada por la estancia,esperando con recelo su aparición. Al final,me encojo de hombros y abro la nevera para sacar el bote de mantequilla. No puedo imaginar unas tostadas con algo que nosea mantequilla untada sobre ellas. Pierdo el apetito con sólo pensarlo. Aunque hay otra cosa que también me revuelve el estómago. Noto unas manos agarrando mi cadera. Me estremezco por completo. Y justo cuando creo que el sentimiento no puede ser más desagradable noto unos labios besando mi cuello. Me deshago de ellos de inmedito,escapando retrocediendo,pero no tardo en chocar contra la nevera. Ya sé quién es el causante de esas repulsivas muestras de afecto,sin embargo,me vuelvo para cerciorarme de algo que ya tengo seguro. Lo veo frente a mí,con los brazos en jarras,un poco molesto por mi actitud nada receptiva. Sus ojos verdes chispean amenzantes debido a mi rechazo.
- ¿Por qué me rehuyes?- Me pregunta ofendido.
Lo sabe muy bien. No entiendo porque le gusta tanto que se lo repita.
- Buenos días a ti también,Brian.- Respondo sarcástica.
Me doy la vuelta y me aproximo al mostrador para servirme el café. Rezo por que no me siga mientras lleno la taza por menos de la mitad. De pronto él se sitúa a mi lado y me imita sirviéndose lo mismo.
- ¿Sabes?Me pone enfermo tu tono agresivo.
- Entonces,ya sabes,no sigas con esto.- Reparo con calma.
No tiene ningún sentido lo que acabo de pedirle. Será por eso que suleta una carcajada amarga.
- Yo al menos pongo de mi parte.- Suspiro.- April,tarde o temprano tendrás que aceptar mis caricias. No tienes más remedio.
Un día más,se me cae el mundo encima. Brian tiene razón. No voy a ninguna parte con mi desprecio hacia él. Debo ser agradable. Más vale que tengamos una buena relación.En menos de un año,seremos marido y mujer.
http://www.youtube.com/watch?v=XPpTgCho5ZA

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