viernes, 27 de julio de 2012

Capítulo 10. Best days.


Repasemos.
Mi tío está muerto. Lo he matado yo. Le aticé con un pedrusco en el cráneo porque estaba a punto de acuchillar a Brian. Cayó inconsciente. Aunque seguramente murió al instante. Está tirado junto a nosotros.
Yo quería dejar de vivir según las instrucciones de otros. Asíque le dije a mi prometido Brian que no me casaría con él. Por ello supuse que sería expulsada,me quedaba casi un año antes de comunicar mi negativa a todo el mundo. Casi un año antes de ser expulsada. Ahora soy una asesina. Voy a ser desterrada en un par de días.
Soy incapaz de reaccionar. Miro el cuerpo sin vida de mi tío boquiabierta. ¿Cómo he podido llegar a esto? Mi siguiente reacción es mirar mis manos,autoras del asesinato,durante un largo rato. Y luego,busco el pedrusco,arma del crimen.
Brian también me contempla atónito. Sólo puedo pensar una y otra vez: “Soy una asesina.” “He matado a un hombre”. Escucho a lo lejos sirenas de policía que se acercan a nosotros. Aquella casa a la que llamé cuando pedía ayuda. Deben haberlo visto todo y han llamado a la poli. Me quedan unos pocos minutos de relativa libertad. Brian también deduce lo mismo y me agarra la mano,tirando frenéticamente de mí. El problema es que yo no consigo moverme.
  • ¡Vamos,Ap!¡Tenemos que irnos de aquí antes de que lleguen!
¿De qué serviría eso? Acabarán pillándome. Nadie burla la justicia de FairyTale. ¿Qué cambiaría si yo huyese ahora y regresase a casa? Sólo alargaría mi agonía,y mi sentimiento de culpabilidad. No puedo volver a casa como si nada. Soy una asesina.
Sacudo la cabeza,con un movimiento mecánico. Lo único que me diferencia de un robot en este momento son las lágrimas que brotan de mis ojos.
  • Soy mala,Brian.
Él se agacha junto a mí y sujeta mi rostro entre sus manos.
  • Eh,eh. Escucha. Me has salvado la vida. Eres la mejor persona que conozco.
Ni sus dulces palabras me hacen recapacitar.
Las sirenas se oyen cada vez más cerca. Mi arresto está en camino.
  • Olvidas convenientemente que he matado a un hombre.
  • A un atracador.- Sigo negando con la cabeza.- Si te quedas aquí,serás desterrada mañana,a más tardar.
  • Mañana o dentro de un año. ¿Qué más da? Sólo es tiempo. ¿Qué cambia entonces?
  • Tu reputación. ¿Prefieres que tus padres vean como su niña es expulsada por negarse a la boda?¿O que piensen que eres una vulgar asesina?
Mis padres. Ni siquiera me había planteado que no volveré a pasar a casa. Que nuestros próximos encuentros serán en la cárcel y en la entrada del pueblo,mientras ven como su hija se marcha para no volver a verla nunca más. No sé si seré capaz de superar la tristeza que me invade. Y la soledad que se avecina no ayuda en absoluto.
  • Mi destierro ya esta sentenciado. El tuyo no. Si me expulsan hoy por asesina,no te expulsarán a ti por incumplir lo de la boda. - Lo empujo con fuerza hacia el parque del que salimos antes.- Vete,Brian Sulkin. Arregla tu vida.
Brian me dirige una mirada que no sé interpretar y tras un leve titubeo,desaparece entre la maleza. Me quedo contemplando un rato su sombra alejándose,hasta que veo las luces de las sirenas en la calle contigua. Ya están aquí. Me siento bastante tranquila,teniendo en cuenta lo que me espera. Sólo deseo no ser la única expulsada,y que mis compañeros de viaje hayan actuado en mi misma situación,sin mala intención.
Me acerco al cadáver y me siento junto a él. Y ya está. Veo que los coches se detienen frente a mí. Me deslumbran,casi me ciegan,con sus potentes faros. Aún así,no me muevo ni un ápice. No voy a intentar huir. No voy a intentar echarle la culpa a mi tío. No voy a explicar qué hago aquí. Y desde luego,no voy a defenderme.
Veo llegar a los policías. Van armados. Puedo distinguir una pistola de descargas eléctricas y otra de balas normales en cada uno de ellos. Son cuatro y se acercan hacia mí con aire silencioso y precavido. No sé que esperan que haga,pero se van a llevar un disgusto,porque no pienso hacer nada.
Bueno,sí. Me estoy burlando silenciosamente de ellos,por su aspecto. El uniforme de servicio de este año es penoso. Ridículo sería la palabra. Morado en su mayoría con franjas amarillas verticales. Desconozco quién lo diseñó ni en qué estaba pensando. Mis felicitaciones para el genio. Dijo el rey que así parecerían más amistosos,agradables y alegres. Y tiene razón. A mí me está resultando mucho más amena la detención.
El más valeroso de ellos se acerca a mí con aire firme y pronuncia la mítica frase.
  • ¡Arriba las manos!
Obedezco sin rechistar. No quisiera por nada del mundo que un policía vestido con los colores del arco-iris se viese obligado a ponerse serio.
Los otros dos me agarran con fuerza para inmovilizarme,y el primero me coloca las esposas. Creo que hay una primera vez para todo,y mi experiencia con las esposas no es muy buena. Me rozan las muñecas y me obstruyen las circulación. Un cuarto policía se acerca a hacerme unas preguntas,mientras el forense confirma algo que ya sé.
  • Este hombre está muerto.
El policía preguntón es un hombre de unos cincuenta y pico años,entrado en carnes,con el pelo rizado sobresaliendo por su gorra. Observo que lleva el mismo raje ridículo que el resto del equipo con la diferencia de que en el suyo las franjas amarillas se disponen horizontalmente. Es el comisario jefe. La placa colgada a la altura del pecho me lo confirma. Tras su primera pregunta también confirmo que tiene pocas luces.
  • ¿Has matado tú a este hombre?
No sé qué me lleva a contestar. Creo que estoy ida desde que vi a mi tío muerto.
  • Si te refieres a si le maté físicamente,sí,lo hice. Sin embargo,ese hombre llevaba muerto desde hace muchos años.
Lo digo con el mismo tono que podría usar para relatar mi lista de la compra.
De todos modos,ese comisario rollizo es incapaz de comprender mis palabras. Piensa que me estoy quedando con él,y eso agria su buen humor.
  • Menos cachondeo. Una buena actitud puede determinar para bien o para mal la reducida estancia que te queda en nuestro reino.
Asiento en silencio. Es lo único que me importa. Que me permitan despedirme de mis padres.
  • Bien,¿actuaste sola?
¿Hay algo más obvio? Estoy sola.
Abro la boca para responder lo que justo me está pasando por la cabeza. Y sin embargo,aparece alguien que contesta por mí.
  • No,yo también soy culpable. Somos cómplices en esto.
     http://www.youtube.com/watch?v=jfchPk4t8Ks

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